Agotamiento del cuidador: Consejos para manejar el estrés y la fatiga
Ser cuidador puede despertar todo tipo de emociones, unos días puede ser una actividad estresante y agotadora. Es un trabajo que requiere toda la atención y muchas veces los cuidadores suelen abandonar su persona porque se enfocan únicamente en las labores con su paciente.
Es casi seguro que nuestras emociones estén expuestas con el paso del tiempo, es natural sentirse agotado y sin ganas. Pero depende mucho saber cómo lidiar con ellas, lo mejor es actuar de forma rápida antes una emoción negativa. Debemos evitar el estrés y la fatiga: Los cambios emocionales son consecuencias de esto. Toma en consideración los siguientes consejos.
Es importante trabajar con nuestras emociones. Si dejamos que nuestros sentimientos se apoderen de nosotros, es probable llegar a una depresión. Entendemos que surgen problemas con nuestro paciente que afectan nuestro estado emocional. Saber la gran responsabilidad que hay en nuestras manos, puede llegar a afectarnos, lo mejor es buscar alguna solución que ayude a tomarnos con más calma alguna situación adversa.
Lo mejor que podemos hacer en un momento de crisis es tratar de no estar solos. Busquemos ayuda profesional o incluso podemos acercarnos a algún familiar para contarles cómo nos sentimos. Es importante platicar con alguien y escuchar consejos que puedan ayudarte.
Tu paciente también necesita distracción: Busca alternativas que puedas implementar para sus cuidados o alguna actividad que lo distraiga. No sólo es enfocarse en darle los medicamentos o cuidados que necesita; también es importante que su estado emocional esté sano. Para eso trata de realizar actividades recreativas que lo ayuden a sentirse vivo.
Es importante visitar al médico. ¡No descuides tu estado! Sabemos que es complicado separarse de tu paciente, sin embargo, es importante que también te ocupes en tu salud periódicamente, para que tengas la tranquilidad de que todo va marchando bien; tanto física como emocionalmente.
Aprovecha tus tiempos libres. Ya sea que algún familiar o algún amigo te ayude en el cuidado de tu paciente. Esos pequeños momentos aprovéchalos para distraerte, hacer alguna actividad recreativa que te ayude a sentirte en calma. Enfócate en tu salud mental y en estar bien contigo, para poder brindar más y mejor ayuda a tu enfermo.
Ser cuidador es una tarea de tiempo completo, sin embargo, para cuidar de alguien más, tienes que estar bien contigo mismo. Procura tu salud y tus emociones siempre, y no dudes en acudir con profesionales si necesitas cualquier tipo de ayuda.